Poems

Fiebre 1 - 6

Extraño ese mareo, no este,
este no. Como algo móvil, terrible.
Por eso añoro. Aunque esté
en la parte más baja y ya el peligro
haya pasado. Me revuelvo, pido.
Para que algo de lo que había en mi
vuelva.
 
 
Pero debo reconocer
que ya no sé lo que vivía
en mí. Tal vez se trate de una
repetición. Me despierto y sé
lo que tengo que decir,
hacer. Balancearme.
 
 
Me atormenta seguir
sin aquello que era, como un
veneno que se nutre de sí.
Iba, venía, no podía dormir.
Tocado, acariciado. Eras
mi agua. Te llevaba de noche
por los corredores. Te cargaba
como un cristal. El más
delicado. Igual caía. No podía
dejar de caer.
 
 
Pero, si hay algo que añoro
no es eso. No. Nadie elige vivir
así. Iba, venía. Siempre
eras mío. Yo amaba esa ficción.
Solo sabía respirar así.
 
 
Puedo sentir sus palpos, su magra
carne, su corazón latir en la
oscuridad. Está en lo que miro,
en lo que todavía espero. Puedo quedarme.
Puedo cerrar los ojos, dormir.
 
 
Protegido no doy con la noche.
Igual me las arreglo. Respiro mal,
me despierto en la peor hora
y abro los ojos, los abro
bien abiertos como un faro. ¿Qué veo?
No veo nada. Veo la noche.