Poems

Tránsito

Pero una triste oscuridad llegó tras ellos
– Friedrich Hölderlin
 
Yo era un niño y mi reino era el día.
 
El mundo me llegaba en relámpagos:
mi madre
susurrando y los pasos militares
de mi padre subiendo la escalera.
 
En mi cuarto cuidaba a un lobo y a un cordero
y un olor a alcanfor
subía hasta las tardes cuando se hacían humo.
 
Fueron hermosos días.
 
Riñas también, a veces, y puertas y ladridos.
 
Así y todo era un niño y en la mesa
alumbraba mi vaso de leche como un cirio.
 
De repente la noche cayó sobre mi frente
y fui un hombre descalzo en medio del camino.