El camino que tenías en mente

ya te supo encontrar caminando:

cuando miraste qué había al frente,

te estaban esperando tus pasos.

 

Y oíste la canción del camino,

bajo el polvo y la tierra,

oíste el blues que cantaba el delta

y encontraste una canción que sabías.

 

Tenemos caminos desde el principio;

caminos que nos llevan al final.

Caminos que no podemos no amar:

con sus cuestas, curvas y giros.

 

Algo te anda dando vueltas ahora,

pequeña silueta de la senda,

que hacia lo desconocido crece

que evita las cuestas y las grietas,

 

intentando no mirar lo que deja.

El camino que tenías en mente

el camino que tenías en mente

ya está allá, al frente.

 

El camino que te acompañaba

te esperará donde todo acaba.

Te dará la mano que necesites

cuando traces en la arena tu límite.