Poems

Soldado Joseph Kay

Mi abuelo, Joseph Kay, Infantería Ligera de las Tierras Altas,
Tras que el 17 de enero lo capturaran,
 
Prisionero de guerra, Bourlon, Cambrai, y etcétera, etcétera
Desde la segunda batalla del Somme,
 
Tras la muerte de amigos que no llegaron
A ser conductores de tranvía, mineros, constructores de barcos,
 
Padres, abuelos, hijos viejos, esposos,
Amantes ni partícipes, él nunca, jamás alzó la voz con enojo.
 
Mi padre, John Kay, niño, se levanta al amanecer,
Espía a su padre (hombre reservado, algo tímido, con esquirlas en el brazo)
 
Que pule los botones de latón de su uniforme de conductor de tranvía
(Verde, pesado)
 
En un aparato tipo tragamonedas,
El olor a cigarros, los zapatos lustrados, la voz que se eleva
 
Coorie doon, coorie doon, coorie doon my darling
Lie doon my dear and in your ear
 
¿Qué era esa aria de Wagner?
Las partituras palpitan. Sangre, hueso, aire,
 
Las baladas se vierten por los años, líneas quebradas.
Mi padre, a los noventa, sigue cantando el padre
 
There’s life in the old dog yet, afina John
El soldado Joseph Kay respira hondo
 
Entona, se aferra, expira.